Cada vez más edificios en Colombia incorporan elementos naturales en su diseño, y no es solo por estética. Esta tendencia, conocida como diseño biofílico, está respaldada por datos que muestran mejoras reales en bienestar, productividad y eficiencia energética.
Estudios de la Universidad de Exeter y de la consultora Terrapin Bright Green señalan que los espacios con integración de naturaleza pueden aumentar la productividad laboral hasta en un 15% y reducir el ausentismo entre un 6% y un 15%. Esto explica por qué cada vez más desarrolladores inmobiliarios en el país incluyen jardines verticales, techos verdes y grandes ventanales como parte de su propuesta de valor.
¿Cómo se aplica en Colombia?
En nuestro contexto, el diseño biofílico se integra de tres formas principales:
- Conexión visual con la naturaleza: uso de jardines interiores, terrazas verdes, muros vegetales y fuentes de agua.
- Materiales naturales: madera certificada, piedra, fibras vegetales y acabados que imitan texturas orgánicas.
- Diseño inspirado en la naturaleza: recorridos curvos, cambios suaves de luz, ventilación cruzada y espacios abiertos.
Un ejemplo destacado es el Edificio Santalaia en Bogotá, que tiene más de 115.000 plantas en su fachada. Según datos de sus administradores, esta vegetación captura 3 toneladas de CO₂ al año y filtra cerca de 2.000 kilos de material particulado, ayudando a mejorar la calidad del aire.
Beneficios que se pueden medir
La integración de naturaleza no solo se nota, también se mide:
- Mejora de la calidad del aire: hasta un 25% menos contaminantes volátiles en interiores.
- Ahorro energético: reducción de entre 10% y 20% en uso de sistemas de climatización.
- Reducción de estrés: disminución de hasta 7 puntos en la escala psicológica de estrés percibido.
En Colombia, estos beneficios no se limitan a edificios corporativos. Colegios, hospitales y conjuntos residenciales ya están adoptando el diseño biofílico para mejorar la calidad de vida de sus usuarios. Por ejemplo, la sede principal del Colegio Los Nogales en Bogotá aprovecha la luz natural en el 80% de sus espacios y utiliza ventilación natural en lugar de aire acondicionado.
Retos por resolver
Aunque es una tendencia al alza, aún hay desafíos:
- Mantenimiento especializado para conservar la vegetación en buen estado.
- Selección de plantas que se adapten al clima y a la orientación del edificio.
- Necesidad de integrar el diseño biofílico desde las etapas iniciales del proyecto para evitar sobrecostos.
Mirando al futuro
El Global Wellness Institute estima que el mercado inmobiliario orientado al bienestar, donde el diseño biofílico es clave, crecerá un 8% anual en el mundo hasta 2030. En Colombia, la demanda por espacios más verdes y saludables está aumentando, especialmente en oficinas y proyectos residenciales de gama media y alta.
En resumen, el diseño biofílico no es una moda decorativa: es una estrategia que combina ciencia y arquitectura para crear espacios más saludables, eficientes y atractivos. Y lo mejor es que, bien planificado, sus beneficios se sienten tanto en el bolsillo como en la calidad de vida.