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  • Líderes de 14 territorios en Tumaco, Buenaventura, Guapi, Quibdó, Nuquí, Acandí, Barbacoas y Bahía Solano crearon el Manifiesto por un turismo biocultural de base comunitaria, desde lo territorios ancestrales y colectivos del Pacífico.

  • La amenaza de un turismo extractivo que podría explotar los recursos sin respeto por la cultura local, plantean la necesidad de un enfoque responsable y políticas públicas específicas que reconozcan la gobernanza de los pueblos Afrocolombianos. 

 

“El Pacífico colombiano, una de las regiones más biodiversas del planeta, es un territorio ancestral habitado por comunidades negras e indígenas que, con sus prácticas tradicionales, han protegido ecosistemas únicos. Sin embargo, este paraíso natural enfrenta hoy el reto de desarrollar un turismo que no solo impulse la economía local, sino que también respete su riqueza biocultural y garantice la supervivencia de sus pueblos”, declara Santiago Valencia,  emprendedor en Etno y Ecoturismo, sabedor en bioeconomía, guía turístico y líder de Ecomanglar – Consejo Comunitario de las Comunidades Negras de La Plata, Bahía Málaga.

El turismo de base comunitaria emerge como una solución prometedora para enfrentar la creciente demanda de servicios turísticos en el pacífico colombiano. Este modelo, que prioriza el bienestar colectivo, busca que el desarrollo turístico contribuya a la conservación del patrimonio natural y cultural. A través de experiencias auténticas, los viajeros pueden conocer la biodiversidad y la cultura local de manera respetuosa, bajo la gestión directa de los habitantes del territorio.

No obstante, los desafíos son considerables. El Pacífico colombiano enfrenta problemas estructurales como la falta de conectividad, una infraestructura insuficiente y dificultades en la soberanía alimentaria. Estas barreras, sumadas a la amenaza de un turismo extractivo que podría explotar los recursos sin respeto por la cultura local, plantean la necesidad de un enfoque responsable que no dependa exclusivamente del turismo.

Durante la COP16, celebrada en Cali, las comunidades del Pacífico presentaron un manifiesto en el que llamaron a un pacto colectivo. Este manifiesto defiende un modelo de turismo biocultural, que combine lo social, económico, ambiental y cultural, y promueva la paz con la naturaleza. Los 15 principios irrenunciables que presentaron destacan la necesidad de que el turismo sea comunitario, sostenible y respetuoso con los derechos de las generaciones futuras.

     

    NUESTROS 15 PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES

    1. La naturaleza del turismo en territorios étnicos debe ser de base comunitaria. La comunidad nativa es protagonista en el manejo y gestión del turismo.

    2. El turismo de base comunitaria en territorios étnicos debe contribuir a la conservación del patrimonio natural y cultural (en el cual se basa parte de su valor).

    3. La actividad del turismo de base comunitaria en territorios étnicos debe propender por la generación de bienestar colectivo.

    4. El reconocimiento, protección y búsqueda de armonía biocultural son la base del turismo comunitario en territorios étnicos.
    5. El turismo estará al servicio del conocimiento enraizado y la gobernanza comunitaria.

    6. Las políticas de turismo (en cualquiera de los niveles local, regional o nacional) deben ser diferenciales, habilitantes y contextualizadas para los territorios étnicos. El fomento estatal del turismo étnico es necesario para el patrimonio natural y cultural del territorio.

    7. Los instrumentos de gobierno de los grupos étnicos deben ser reconocidos y armonizados por la institucionalidad pública.

    8. La cooperación y las alianzas son un componente fundamental para la gobernanza del turismo. Su desarrollo, no obstante, debe responder a una estrategia que diferencie entre el nivel interno (comunidad) y externo (otros actores).

    9. La actividad del turismo debe respetar la normatividad especial para los territorios colectivos y ancestrales, reconociendo los gobiernos propios, sus estructuras e instrumentos.

    10. Quienes ejercen la actividad del turismo de base comunitaria en territorios étnicos son salvaguardas de la biodiversidad del territorio y de los derechos de las generaciones futuras de la comunidad.

    11. El respeto y valoración del patrimonio cultural y natural debe, también, darse por parte de la comunidad local.

    12. El turismo como actividad de base comunitaria debe facilitar y nutrirse del intercambio intergeneracional.

    13. Es necesario dinamizar y fortalecer  otras economías y asegurar la no dependencia del turismo.

    14. En el marco de la autonomía y el derecho propio, es necesario el ordenamiento, la planeación, gestión y gobernanza del territorio por parte de la autoridad étnica para poder llevar a cabo la actividad turística (mi territorio es mi casa).

    15. La investigación participativa será una herramienta que permita la apropiación territorial y social por medio del conocimiento ancestral y científico.

    El reto para el Estado colombiano y otros actores es claro: deben establecer un diálogo participativo que permita a las comunidades locales tener un papel protagonista en la planificación y gestión turística de sus territorios. Solo así será posible preservar la herencia biocultural de esta región y garantizar que el turismo se convierta en una herramienta de desarrollo verdaderamente sostenible.

    Mayor información para periodistas:

    Maria Camila Salas. Móvil  316 4600666